Parece algo inevitable, juguemos bien o mal las diferencias finales se disparan. En este caso y más teniendo en cuenta que estábamos jugando contra los colíderes del grupo planteamos un partido serio y trabajado. Primer cuarto ganando de uno, al descanso perdiendo de tres y al final del tercer cuarto también tres abajo. Durante tres cuartos jugamos ordenadamente y superamos diferencias en el marcador de cinco y a veces ocho puntos con tranquilidad y buen juego. Con serenidad distancias que antes comenzaban a ser insalvables se remontaban, diferencias, todo hay que decirlo, propiciadas más por nuestros errores que por los aciertos del rival. Todo funcionaba bien hasta que nos decidimos a montar una empanada monumental debajo de nuestra canasta en el último cuarto. Como en un bucle infernal empezamos a perder balones en el saque de fondo, en el pase al base, al devolverle el balón a un compañero, no avanzábamos dos metros sin rifar el balón, todo el mundo quería apuntarse al despropósito, nadie quería ser menos que nadie e imaginaba una nueva forma de perder el balón que apuraba hasta límites insospechados nuestra capacidad de inoperancia. Esa fue la clave del partido. Ellos sin hacer nada nuevo vieron cómo les dábamos la oportunidad de sumar puntos fáciles y escaparse en el marcador, además, la empanadilla que montamos hizo que nos descentráramos en ataque. Baste decir que sólo conseguimos un triple en todo el cuarto y ellos nos hicieron diecisiete puntazos del ala. Con todo (obviando la empanada), ofrecimos otra imagen, más seria, de equipo trabajador y constante y llegamos al último cuarto con sólo tres puntos de desventaja. Creo que el camino que iniciamos contra Mediana, donde también la pifiamos en el último cuarto, progresa adecuadamente, parece que hemos encontrado una forma más sólida de jugar que aunque todavía muestra carencias y fallos hace presagiar una evolución favorable. Los cambios se hicieron con más cabeza, la defensa fue buena en casi todo el partido y sólo nos falta mantener la intensidad hasta el final. Ese debe ser el mensaje a rescatar de esta nueva derrota para la que sirve una fórmula muy conocida por nosotros (corto y pego): "el resultado final no refleja lo vivido en el campo".
Defensores, estamos en el buen camino.
1 comentario:
Hermanos,
sólo os diré que, aunque no estuve a vuestro lado, estoy seguro de que, una vez más, lo distéis todo por la elástica defensora y plantastéis cara a uno de los "cocos" de esta Liga. Viendo el resumen del capitán, siento envidia por no haber estado con vosotros en esta importante cita, aunque me consuela pensar que aún quedan muchas batallas en vuestra compañía, y algo me dice que a partir de ahora se nos abre un horizonte que, si sabemos aprovecharlo, puede depararnos muchas alegrías. Teniendo en cuenta que de los 7 encuentros disputados, 5 han sido frente a los primeros clasificados (los otros 2 los hemos ganado), todo nos hace pensar que ahora empieza nuestra Liga, y que en lo sucesivo jugaremos un "mini-torneo" frente a 4 equipos, 3 de los cuales están por debajo de nosotros en la clasificación. Defensores: ¡es nuestro momento!
En cuanto a la ya célebre "pájara defensora", sobran los comentarios; da pena, porque tanto éste encuentro como el de Mediana, se podían, si no haber ganado, por lo menos haber quedado en un marcador más ajustado. De todas formas los marcadores no siempre reflejan lo vivido en las canchas, por lo que lejos de fijarnos en ellos, tenemos que mirar en nuestro interior y analizar cuáles fueron nuestras sensaciones en el campo, leyendo el resumen, puedo concluir que durante gran parte del encuentro fueron muy positivas, es cuestión de trabajo y tiempo que ese buen estado físico y anímico se prolongue hasta el pitido final. Por lo demás, al no haber estado presente no quiero entrar en detalles, repito que estoy totalmente seguro de que hicistéis un buen papel y lo distéis todo, porque si algo tengo claro es que sois los mejores. Es una lástima que este fin de semana haya parón, yo me muero de ganas por jugar, en fin, habrá que esperar a la siguiente semana, frente a la Turma Salluitana (buen nombre por cierto) no podemos fallar. Muchachos, descansad este fin de semana, pero no os durmáis porque la batalla no ha terminado...
¡¡¡DEFENSOREEEEEEEEEEEEEEEEEES!!!
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