lunes, 1 de junio de 2009

Zurimpiacazo: Zurympiacos 34 - Defensores 41

Incluso la extensa verborrea que somos capaces de desplegar en este blog quedaría corta para calificar con epítetos la victoria del sábado. Fue realmente un partido perfecto de los Defensores que demostraron más acierto, mejores respuestas ante las situaciones límite a las que fueron sometidos y más sangre fría que su rival. De entrada todo se confabulaba en nuestra contra, una hora de juego inhumana, una cancha y unas canastas en la linde de lo deportivamente aceptable, un árbitro que propugna la libertad de contactos y un equipo que nos endosó diecinueve pepinos en nuestra anterior visita que además guardaba celosamente las duchas en su parte del vestuario y el sol en nuestro banquillo.
Comenzó el partido con cierta igualdad, el primer cuarto acabó con empate a siete puntos, en el segundo cuarto nuestros oponentes hicieron valer su juventud con continuos contraataques que les hicieron ponerse hasta siete puntos arriba en el marcador. No obstante, supimos presentar batalla y enjugamos la diferencia hasta ponernos con empate a veinte en el ecuador del encuentro. Su mejor forma física y juventud fue el primer obstáculo que superamos. En la reanudación, tal vez recordando viejos puntos débiles de los Defensores, los muchachos de Zurympiacos se pusieron en defensa individual. El resultado, que no sólo el partido no se inclinó a su favor sino que los Defensores ofrecieron su mejor versión oponiendo contraataques ante esa oferta de juego. El tercer cuarto acabó con dos puntos abajo y con las espadas en alto, la defensa presionante fue el segundo envite que superamos con éxito. El último cuarto se esperaba de infarto y no defraudó, continuos toma y dacas por parte de los dos equipos que acabó como empezó, con empate a treinta y dos puntos. Los Defensores habían conjurado otro fantasma más: su historia, ya no pesaban las viejas derrotas hoy cada partido es diferente y se lucha hasta el final. Hasta más allá del final. En la prórroga pusimos toda la carne en el asador, manejamos la presión que el árbitro se empeñaba en aplicar al partido con maestría, tensamos la cuerda hasta el límite de su resistencia como hicieran en su día los viejos maestros griegos o yugoeslavos y el resultado fue que se rompió por el lado más débil. Los muchachos de Zurympiacos incapaces de soportar el voltaje del encuentro y asfixiados por el aliento en su nuca de nuestra implacable afición recibieron una técnica (la segunda) que acababa por desnivelar el encuentro hacia el lado de los Defensores. Ésta fue la otra gran prueba superada por el equipo, la presión que antes nos hubiera mandado al foso nos encumbraba ahora, bien gestionada, hasta los laureles. Fijaos si no en la astuta gestión del estrés propio de un manual de autoayuda, que demostró mi hermano cuando recibió un ladino balonazo en su genéticamente perfecto tórax y supo, como en el precio justo, de llegar al límite sin superarlo, sin ser desbordado por la situación, creciendo como jugador y aplicando esa fiereza generada capturando valiosos rebotes y sirviendo al equipo de sus amores. Incluso la última jugada fue nuestra, el gran Catapultae Dux fue el encargado de, tras un brillante contraataque, culminar con una bandeja nuestra actuación. De medir veinte centímetros más (de altura) y haber jugado en pabellón, éste se hubiera venido abajo por los gritos de júbilo de Defensores y Afición (con mayúsculas). Al final siete puntos de ventaja que nos dejaba como líderes exhaustos de aquel páramo que parecía el Serengueti a las dos de la tarde.
Muchachos, el sábado hicimos algo más que ganar un partido, el sábado nos coronamos como lo que hace tiempo que ya sabemos que somos, los mejores. Ni juventudes, ni defensas individuales, ni árbitros permisivos, ni presión sofocante ni toda nuestra historia en contra fueron capaces de doblegar a unos intrépidos jugadores que están escribiendo sin lugar a dudas las páginas más gloriosas de este deporte. No sería de recibo atribuirnos sólo a nosotros este mérito, nuestra Afición, la más fiel y ruidosa de cuantas pueblan las canchas de nuestra ciudad, es igualmente partícipe de semejante hazaña, con ellos, los Defensores cuentan con un jugador más, con un aliento extra que nos empuja en los momentos difíciles y disfruta en los momentos de éxito haciendo que éstos sean todavía más intensos. En apenas un año la metamorfosis de este equipo es patente, sólo un dato: hasta el veintitrés de marzo nuestra racha era de dos victorias en veinticinco encuentros (una por incomparecencia), desde entonces hasta ahora cuatro victorias en seis partidos certifican el cambio más espectacular desde Bruce Banner y sus rayos gamma.
Ahora a esperar los marcadores del resto de encuentros, de darse los resultados esperados en la jornada de este fin de semana Mediana habrá ganado a Valdefierro y los Veteranos a William Wallace con lo cual se producirá un cuádruple empate entre Zurympiacos, Mediana, William Wallace y Defensores con seis puntos a la espera de la última jornada en la que nos enfrentaremos a William Wallace, Mediana a los Veteranos y Zurympiacos a Valdefierro. Si de nuevo la lógica se impone y Veteranos gana a Mediana, Zurympiacos a Valdefierro y nosotros a William Wallace será el basketaverage el que tenga la última palabra. Pase lo que pase, llegaremos a la última jornada con posibilidades, aunque remotas por nuestra derrota del primer partido, lo cual en sí es un éxito sin precedentes pero que sin duda tendrá continuidad en el futuro. Enhorabuena defensores.
Felicidades también en lo personal a Jorge y su flamante MVD que como ya avancé en su presentación iba a a ser más competido que nunca. Si me permitís el comentario ahora que ya no influye en la votación hubiera estado deacuerdo con cualquier resultado que se hubiera producido, no obstante mi voto fue para él porque demostró por un lado que estaba realmente motivado en un choque que para él era fraticida y por otro sus aportaciones de puntos se produjeron justo en los dos momentos en los que el equipo empezaba a despegarse con lo que resultaron al final claves para la victoria. Fue de todas formas una difícil elección puesto que no me costaría encontrar motivos para haber votado a ningún defensor. Pensad ahora en la próxima elección y aplicad vuestra estricta moral en ella.
¡Ravus et Flava!

2 comentarios:

desiderata.pc dijo...

Camaradas Defensores: El del sábado fue un partido redondo, uno de esos que crean afición, la verdad es que me lo pasé pipa y eso que estuve a punto de que me diera una lipotimia y de que al final me volvió a dar el puto pinchazo de los cojones en el pie. Fue grande, grande. Creo que como equipo hemos mejorado de la hostia, como bloque, y aunque cualquier día nos puedan dar cera y meternos un pepinazo de treinta puntos como el día de los veteranos, también hemos demostrado que sabemos meter cositas por detrás si se nos da la oportunidad, como fue el sábado. Pero ante todo y por bronco que sea un partido siempre hay que acabarlo dando la mano al contrario y celebrando la victoria o la derrota. Eso nos hace grandes a los Defensores. Recibamos y repartamos, pero al final todos hermanos. RAVVS ET FLAVA!
OS QUIERO!!
(soy el furillo)

Miguel dijo...

Dejare la literatura para otro dia y simplemente dire que ole vuestros cojones!!!

Siento enormemente no poder ser participe de estas dos citas pero este fin de semana no fallare y espero ser participe de una gran victoria como las dos ultimas un saludo y mi enhorabuena