jueves, 14 de junio de 2012

¡Hasta siempre, camarada!

El 8 de mayo del 2009, justamente tres años y un mes antes de la III Cena Defensora, escribí una entrada dando la bienvenida a un nuevo jugador. En aquella entrada trataba de explicar al recién llegado qué era y en qué consistía el espíritu defensor y disertaba acerca de la respuesta que cada uno encontraría en su interior. Poco podía pensar, o quizás lo pensé desde el principio pues los grandes hombres se reconocen al primer vistazo, que aquel nuevo compañero no sólo encontraría rápidamente la respuesta sino que nos mostraría a todos la solución al acertijo que entonces le planteaba y que intentaba definir lo que significaba ser un Defensor. En efecto, aquel nuevo jugador se convirtió al instante en un auténtico Defensor, en un equipo de fantásticos jugadores y mejores personas él ha brillado con luz propia sobresaliendo por encima de todos nosotros. Nuestro camarada hizo en aquella entrada un juramento espontáneo que desde luego ha cumplido con creces pues se ha convertido en un compañero con el que cualquiera iría tranquilo al infierno con la absoluta certeza de que no le va a fallar. Desde entonces ha habido, y Miguel Ángel los ha protagonizado todos, momentos buenos y momentos aún mejores, porque cuando uno tiene la suerte de rodearse de gente de esta altura puede afrontar los malos tiempos con la sonrisa en la cara consciente de la fuerza imparable que posee rodeado de ellas. Los Defensores son mejores ahora de lo que eran cuando él llegó, su labor ha sido encomiable y su falta un grave lastre para nosotros. Podremos sustituir al jugador pero será imposible reemplazar al amigo. 
Gracias compañero, espero que en este tiempo que has estado entre nosotros hayamos sabido corresponder como es debido tu honradez, entrega, compañerismo y lealtad, y recuerdes con afecto a esa panda de chalados que dejas aquí. Ojalá tengas toda la suerte que te mereces ahora que vuelves con los tuyos, aquí ya sabes, y hablo en nombre de todos, que tienes las puertas abiertas de lo que ha sido y será para siempre tu casa. Compañero, camarada, amigo, hermano, ha sido un honor.
¡GRIS Y AMARILLO!

3 comentarios:

defensor13 dijo...

No se podía decir mejor, vive Dios. Afortunadamente Madrid está aquí al lado y podremos disfrutar en más de una ocasión, estoy seguro, de unas cañas y unas salmueras en compañía de nuestro gran camarada, rememorando las extraordinarias gestas de la que fue partícipe destacado.
¡NUESTRAS DUCHAS SIEMPRE ESTARÁN ABIERTAS PARA TÍ, CAMARADA!
RAVVS ET FLAVA

binguero dijo...

Poco más se puede añadir. Una gran pérdida, aunque afortunadamente estoy seguro de que seguiremos viéndonos fuera de las duchas. Un enorme abrazo, Miguel Ángel. Te queremos.

¡¡¡DEFENSOREEEEEEEEEEEES!!!

Miguel Angel dijo...

Chicos solo puedo daros las gracias, habeis sido de lo mejor sino lo mejor de mi paso por Zaragoza y nunca dejare de agradecer la suerte que tuve de encontraros

Los presentes defensores ya cuelgan orgullosos en las paredes de mi nueva residencia capitalina

No dudeis que volveremos a vernos con frecuencia.
En mi maleta cuando vuelva a tierra mañas siempre estare mi neceser para poder volver a formar parte del sagrado ritual de las duchas

Os agradezco a todos y cada uno los momentos pasados y los que vendran.

Este equipo y todos sus integrantes tienen un pedazo de mi corazon para siempre

Sin mas me apresto a gritar mas fuerte que nunca:

DEFENSORES!!!!!!!